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¿Que decir en Año Nuevo 2023?
Dedicatorias para Año Nuevo – Las mejores dedicatorias para Año Nuevo son aquellas que se hacen desde el corazón, Piensa en cómo ha sido el 2022 para esa persona, y procura enviarle deseos de que el año 2023 sea aún mejor.
Cuando te duela mirar hacia atrás y te dé miedo mirar hacia delante, mira hacia la izquierda o la derecha y allí estaré a tu lado. ¡Feliz Año amor mío!Cada año que paso contigo es mejor que el anterior. Por seguir creando más recuerdos en 2023 ¡Feliz Año Nuevo! Espero que este año que comienza cometas muchos errores, porque eso querrá decir que estás viviendo, cambiándote a ti mismo y cambiando el mundo. ¡Feliz Año! De todos los sonidos de campanas, la más solemne y conmovedora es la que suena en año viejo. Buen fin de año y entrada al próximo. En el nuevo año valora lo que tienes, supera lo que te duele y lucha por lo que quieres, ¡feliz Año Nuevo! Ya habrá tiempo de disfrutar, de centrarse y parar, ahora toca correr, recorrer y comernos el mundo. ¡Feliz Año 2023! Que el año que llega sea un lienzo en blanco en el cual podamos reescribir con decisión y felicidad nuestro paso por la vida. ¡Feliz Año Nuevo! Un hombre sabio dijo una vez: la riqueza del ser humano se mide por la cantidad y la calidad de los amigos que tiene. Gracias por formar parte de mi riqueza y fortuna. ¡Feliz Año Nuevo! Que el Año Viejo se quede con lo malo y que el Año Nuevo te enseñe todo lo bueno que tiene la vida para ti. Si el año 2022 te trajo felicidad, que el año 2023 te traiga la mayor de las alegrías ¡Que tengas un feliz Año!
Clara
¿Qué palabras decir para fin de año?
Felicitaciones bonitas, románticas y emotivas de fin de año y para el año nuevo –
- Te deseo tanta suerte como gotas tiene la lluvia, tanto amor como rayos de luz tiene el sol y tanta salud como arena tiene el desierto. ¡Feliz 2023!
- La magia de cada Nochevieja es la de personas como tú, que hacen que el tiempo pase volando. Te mando un abrazo grande.
- Cuando sean las 23.59 de la noche del día 31 recuerda que una persona que está lejos se acuerda mucho de ti: ¡Feliz Nochevieja y feliz año!
- En este nuevo año rodéate de todo aquello que te haga feliz y despréndete de todo aquello que te haga llorar. ¡Feliz Nochevieja y feliz 2023!
- A pesar de las dificultades de este año que ahora termina, a tu lado todo ha sido mucho mejor. Gracias por tu compañía y amor/amistad: espero que este 2023 te traiga mucha felicidad.
- Deseo que la chispa de la Navidad te ilumine y te ayude a conseguir todos tus sueños. ¡Feliz Nochevieja!
- Mañana será la primera página en blanco de un libro con 365 páginas. ¡Escribe la mejor historia en 2023!
- Ojalá este año que comienza sea el más feliz de tu vida. hasta que llegue el próximo. Te deseo que obtengas todo lo que siempre has soñado y que sin duda mereces: ¡feliz 2023!
- Si la vida te da miles de razones para llorar en este nuevo año, demuestra que tienes millones de razones para soñar.
- Que cada año la Navidad te envuelva felizmente junto a los que más quieres. Disfruta de esta Nochevieja y del nuevo año que llega.
- Que este año nuevo esté repleto de solidaridad, prosperidad, paz y amor. ¡Feliz 2023!
- No sé si guardarte en un banco, porque vales mucho; en la nevera, porque eres la leche, o en una isla, porque eres un tesoro. En fin, solo quería desearte ¡feliz año 2023!
- Estar a tu lado esta Navidad transforma los días fríos en cálidos y las tristezas en alegrías. ¡Feliz Nochevieja y fin de año!
- Conocerte ha sido una de las mejores noticias este año, así que espero seguir compartiendo grandes momentos juntos en 2023.
- Todo lo que iba a desear para 2023 ya está aquí antes de que empiece: tu compañía. Te deseo una feliz Nochevieja y un feliz Año Nuevo.
- Coloca tu mano derecha sobre tu hombro izquierdo y tu mano izquierda sobre tu hombro derecho. Acabas de recibir mi abrazo a distancia. ¡Feliz Año Nuevo!
- Tu sonrisa es contagiosa: pásasela a todos los demás y extiende así la Navidad
- La vida nos ha regalado un año más, y celebro poder seguir contando contigo en 2023.
- Que se vayan los fantasmas del miedo, el disgusto y la tristeza. Feliz Nochevieja y próspero Año Nuevo.
- Que la estrella de Belén te ilumine en esta Navidad y que cada día del nuevo año la bendición del Señor te guarde a ti y a tus familiares.
- Se cambia de coche, de casa, de ropa, de novio, de zapatos, de mes, de look, de trabajo, de año; pero nunca de amigos. ¡¡Feliz año nuevo!!
- En 2022 me ha tocado la lotería, porque tengo el tesoro más preciado: tu amor. Espero conservarlo en el nuevo año que comienza y que esté siempre en mi corazón.
- Feliz Año Nuevo a mi otra mitad. A tu lado, no tengo dudas de que el 2023 llega cargado de ilusión, felicidad y amor. ¡Te quiero!
- Espero que en este nuevo año tus rutinas se transformen en aventuras; tus cabreos, en sonrisas, y tus tristezas, en esperanzas.
- Conforme pasan los años, nuestras prioridades van cambiando a excepción de una: que seamos felices. Te deseo feliz Nochevieja y próspero Año Nuevo 2023.
- Que la alegría de estas fiestas se repita todos los días del año nuevo.
- Por nuestro pasado, nuestro presente, pero, sobre todo, por nuestro futuro juntos, amor. ¡Que este 2023 sea un año espectacular!
- Un sabio dijo una vez: la riqueza del ser humano se mide por la cantidad y la calidad de los amigos que tiene. Gracias por formar parte de mi riqueza y fortuna. ¡Feliz Nochevieja y próspero Año Nuevo 2023!
- Un consejo para el nuevo año: valora lo que tienes, supera lo que te duele y lucha por lo que quieres.
Fuentes: ( ),, : Las mejores frases para felicitar el fin de año y el nuevo 2023 a tus seres queridos: 57 felicitaciones originales, graciosas, bonitas y emotivas
¿Cómo hacer un mensaje de fin de año?
Frases para felicitar el Año Nuevo a tus amigos y seres queridos –
- Cada año que paso contigo es mejor que el anterior. Por seguir creando más recuerdos en 2023.
- Sabía que podría superar todas las dificultades de este año con tu ayuda. Gracias por tu increíble amistad.
- No puedo esperar a ver qué nos depara el próximo año. Te deseo la mayor de las felicidades en este nuevo año.
- Un hombre sabio dijo una vez: la riqueza del ser humano se mide por la cantidad y la calidad de los amigos que tiene. Gracias por formar parte de mi riqueza y fortuna. ¡Feliz Año Nuevo!
- Estoy muy orgullosa de todo lo que has conseguido este año y no puedo esperar a ver lo que logras en 2023.
- Año Nuevo, vida nueva. Lo pasado pisado, lo bueno guardado y lo malo olvidado. ¡Feliz 2023!
- Por otro año lleno de alegría, risas y recuerdos inolvidables con un amigo inolvidable.
- Que el Año Viejo se quede con lo malo y que el Año Nuevo te enseñe todo lo bueno que tiene la vida para ti.
- Que este año sea el año en que persigas el progreso por encima de la perfección y saborees cada victoria que consigas en el camino hacia tus objetivos.
- Mañana es la primera página en blanco de un libro de 365 páginas. ¡Escribe una buena!
- ¡Por un nuevo año en el que podamos vernos más y seguir compartiendo lo mejor! ¡Disfruta de este 2023 como nunca!
- Nuevo es el año, nuevas son las esperanzas, nuevos son los propósitos, nuevos son los espíritus, y nuevos son mis cálidos deseos solo para ti. Que tengas un Año Nuevo espectacular.
- Se cambia de coche, de casa, de ropa, de zapatos, de mes, de trabajo y de año, ¡pero nunca de amigos. ¡Feliz Año Nuevo!
- Cuando te duela mirar hacia atrás y te dé miedo mirar hacia delante, mira hacia la izquierda o la derecha y allí estaré a tu lado. ¡Feliz 2023!
- Mientras persigues tus sueños y esperanzas, que este año te traiga mucho éxito y que tu viaje sea maravilloso.
- Ya has llegado muy lejos, ¡piensa en lo mucho que crecerás en el año que viene!
- Que el año que viene te lleve a una nueva y emocionante aventura, llena de experiencias que cambien tu vida.
- Te deseo 12 meses de prosperidad, 52 semanas de alegría y 365 días de éxito. ¡Feliz 2023!
- Doce meses, cuatro estaciones, un corazón alegre y unos ojos soñadores ¡Feliz Año Nuevo!
- Siempre te deseo lo mejor, ¡pero hoy más aún! Que cumplas todos tus sueños este nuevo año, y si no puede ser, que la vida te brinde muchas más oportunidades para seguir intentándolo. ¡Feliz Año Nuevo!
- Los amigos son como los radares de la Guardia Civil: aunque no los veas, siempre están ahí. ¡Feliz 2023!
- Aunque la vida no sea la fiesta que esperabas, nunca dejes de bailar. ¡Feliz año nuevo amigo!
- En el nuevo año valora lo que tienes, supera lo que te duele y lucha por lo que quieres.
- Te deseo un nuevo año 2023 matemático: suma todo tipo de placeres, resta cualquier tipo de dolor, multiplica por mil la felicidad y divide el amor entre todos tus seres queridos. ¡Feliz Año!
- Para la cena de Año Nuevo, ¿el móvil va a la derecha o a la izquierda? ¡Feliz 2023! Y el móvil fuera de la mesa.
- Esta noche solo te pido una cosa. Mira hacia el cielo y cuenta todas las estrellas que hay en él. ¡Esos son todos los buenos deseos que te mando yo para este próximo año! ¡Feliz 2023 y deja de contar!
- Con esto de la crisis por la inflación solo puedo felicitar a uno de mis amigos el 2023. Te escogí a ti: pensé que por feo y antipático nadie más se acordaría. ¡Feliz Año Nuevo!
- Cuando sean las 23.59 de la noche del día 31 recuerda que una persona que está lejos se acuerda mucho de ti: ¡Feliz Nochevieja y feliz año!
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¿Cómo darle la bienvenida al 2023?
Motivadora carta al 2023: texto para dar la bienvenida al nuevo año El año 2022 llega a su fin y, con él, finalizan todos los malos y los buenos momentos que hayamos vivido. ¿Lo bueno? Podemos recibir la llegada de un Año Nuevo con todas nuestras esperanzas puestas en que viviremos unos meses mucho mejores y, por qué no decirlo, mucho más felices que los anteriores. ¡Bienvenido, 2023! Aquí estamos un año más, brindando y celebrando la llegada del nuevo año, tu llegada, querido 2023, Volvemos a cerrar un año cargado de buenos y malos momentos para recibirte con los brazos abiertos, con todas nuestras ilusiones y nuestras esperanzas puestas en ti.
- Un año más hemos hecho balance de nuestras vidas, de todo lo que ha pasado, para darnos cuenta de que lo más importante es que podamos celebrar tu llegada con una gran celebración.
- Si bien los años anteriores han sido complicados, por lo menos el 2022 nos ha dado un respiro para que podamos celebrar junto a nuestros seres queridos este Año Nuevo que entra.
Querido 2023, tal vez estamos poniendo demasiadas expectativas en ti, pero no nos culpes. Lo cierto es que hemos vivido unos años un tanto complicados y esperamos que tú nos traigas todo lo bueno que podamos vivir. No queremos grandes cosas, aunque no estaría mal que hicieras un esfuerzo por ayudarnos a cumplir nuestras metas y nuestros objetivos,
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Ya sabemos que la felicidad no va a depender de ti. Que tú, 2023, acabas de llegar, que no sabes todavía qué es lo que va a ocurrir en estos 365 días que tenemos por delante. Sabemos que lo vas a hacer lo mejor posible, pero nosotros queremos pedirte un respiro, un soplo de aire fresco para poder seguir cambiando todo lo que antaño nos ha hecho vivir entre la espada y la pared.
Sabemos también que es complicado cambiar las cosas, que a veces no vas a poder hacer nada por mejorar situaciones que nos incomoden. Tan solo queremos pedirte fortaleza, ilusión y mucha confianza, Desde hace unos años se nos ha olvidado cómo era vivir antes de la pandemia, y aunque poco a poco estamos logrando pasar página, confiamos en que tú, 2023, seas ese año que guardaremos en nuestros corazones para siempre.
Además de esas ilusiones y de esas esperanzas, queremos pedirte algunas cosas más. En primer lugar, que (tanto mental como física) para nosotros y para nuestros seres queridos, que podamos disfrutar todos juntos de tu llegada, pero también de tu salida sin ningún sobresalto y con la confianza de que seremos capaces de luchar contra todo lo malo que se nos ponga por delante en la vida.
Otro de los encargos que queremos hacerte es que en todo el mundo esparzas un manto de paz, de motivación y de alegría, Necesitamos ese toque de felicidad que nos ha faltado tanto, queremos esa dosis de optimismo que muchas veces se hace tan necesario. Nosotros te prometemos que vamos a vivir el presente, que vamos a ilusionarnos con cada oportunidad que nos brindes, que vamos a intentar dejar la queja a un lado para mostrarnos tal y como somos, para poder solucionar por nosotros mismos todos nuestros problemas.
Con fortaleza y con ese poder que estamos seguros nos vas a traer. Deseamos, con todas nuestras fuerzas, que tú 2023 seas ese faro de esperanza de tanta gente que la necesita. Somos conscientes de que no podemos pedirte más, que al final nuestro y nuestra manera de ver la vida depende de nosotros mismos, tan solo queremos pedirte esa ayuda extra que necesitamos.2023, esperamos que no nos defraudes.
Estamos encantados de poder vivir un año más rodeados de las personas que más queremos, y esperamos que dejes una estela de alegría en nuestras vidas, ¿Te animas a escribir tu misma/o una carta al 2023 para dar la bienvenida al nuevo año ? ¡Te leemos en los comentarios! Puedes leer más artículos similares a Motivadora carta al 2023: texto para dar la bienvenida al nuevo año, en la categoría de en Diario Femenino.
Publicado: 3 de noviembre de 2022 Actualizado: 3 de noviembre de 2022 : Motivadora carta al 2023: texto para dar la bienvenida al nuevo año
¿Qué color se usa en Año Nuevo 2023?
Muchos peruanos utilizan la cábala de los colores para iniciar y terminar el año. La mayoría de las festividades que celebramos en el Perú se relaciona a un color específico. Por ejemplo, el Día de los Enamorados y Día de la Madre con el color rojo; Navidad con el verde y el Año Nuevo con el dorado o amarillo. Te puede interesar: ¿Cómo se celebran las Fiestas Patrias en el Perú? Cada uno de ellos tiene un significado especial que los hace atractivos para las personas. Ya sea para atraer el amor, dinero, salud, trabajo, entre otros. Su implementación en la vestimenta se consideran tradiciones que te permite atraer la suerte y cumplir tus objetivos. Amarillo, blanco y verde entre los colores más usados en Año Nuevo. Conoce qué tonos debes incorporar en tu vestimenta para despedirte de la nochevieja y darle la bienvenida al 2023. Te puede interesar: ¿Cómo puedo ver si tengo una papeleta de tránsito en el MTC? Verifica el récord de conductor Amarillo: es el más usado y conocido.
- Se cree que atrae la buena suerte, alegría y armonía.
- Para esta época del año, se puede encontrar en camisas, polos, vestidos, zapatos y accesorios.
- Dorado: este es otro color que se asocia al Año Nuevo.
- Puedes usarlas en blusas, vestidos o accesorios.
- Se le asocia a la riqueza y prosperidad ; así como también a la abundancia.
Rojo: desde labiales hasta pantalones, es un color que se vincula al enamoramiento, amor propio y confianza, Al igual que el amarillo, este tono es uno de los más adquiridos en ropa interior. Verde: conocido como el color de la esperanza, es combinable con el blanco, fucsia o azul.
- Quienes creen en las cábalas de Año Nuevo, sostienen que atrae el dinero y una estabilidad en la economía personal.
- Blanco: es común verlo en atuendos de personas que celebran el nuevo año en la playa.
- Representa la paz y armonía.
- De acuerdo a las creencias, atrae la luz a tu vida.
- Aunque no son tan populares como los anteriores, hay otros colores que se han robado la atención de los peruanos por si significado, además de ser combinables con una variedad de prendas.
Te puede interesar: Año Nuevo: Este es el origen de por qué quemamos muñecos en el último día del año Negro, rosado y azul son otros colores que han cobrado popularidad para ser usados en Año Nuevo. Estos son otros tonos que cobran popularidad durante las fiestas de fin de año. Arriesga en tu vestimenta y prueba nuevas combinaciones. Morado: conjuntos, buzos, blusas y vestidos, este color que representa la espiritualidad llenará de luz cualquier habitación.
Marrón: este asocia a la estabilidad laboral o el éxito para obtener un trabajo. Suele encontrarse en prendas separadas, como pantalones o sacos. Es un tono que nunca pasa de moda en los calzados. Naranja: del entusiasmo y la vitalidad. Representa el verano, la calidez y atardecer. Combina con el dorado, azul, fuccia y negro.
Rosa: el tono de la ternura. Elige la intensidad del color de acuerdo a tu preferencia. En verano es tendencia por las mezclas que se pueden hacer con blanco, gris, amarillo o negro. Azul: inspira paz y tranquilidad. Recibe el Año Nuevo con este color que es un clásico y un infaltable en tu closet, ya que combina con casi todo.
- Negro: se asocia a la estabilidad, fuerza y confianza.
- También considerado como “la ausencia de luz”, cae bien con cualquier color que queramos combinar, desde los más vibrantes, hasta los más oscuros.
- Con el paso de los años, las personas le han proporcionado una definición a cada color, por lo que en fechas como Año Nuevo, se suelen ver muchas prendas en tonos que representan un significado especial, como el dinero, salud, trabajo o prosperidad.
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¿Cuál es el nombre del año 2023?
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Año 2023 | |
---|---|
Años | 2020 • 2021 • 2022 ← 2023 → 2024 • 2025 • 2026 |
Decenios | Años 1990 • Años 2000 • Años 2010 ← Años 2020 → Años 2030 • Años 2040 • Años 2050 |
Siglos | Siglo XX ← Siglo XXI → Siglo XXII |
Tabla anual del siglo XXI |
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junio | julio | agosto |
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sem | L | M | X | J | V | S | D |
---|---|---|---|---|---|---|---|
26.ª | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 | 1 | 2 |
27.ª | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 |
28.ª | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 |
29.ª | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 |
30.ª | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 |
31.ª | 31 | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 |
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2023 ( MMXXIII ) es el año actual. Es un año común comenzado en domingo en el calendario gregoriano, Es también el número 2023 anno Domini o de la designación de era cristiana, además de ser el vigésimo tercer año del siglo XXI y del tercer milenio, De igual manera, es el tercer año de la tercera década del siglo XXI y el cuarto del decenio de los 2020, El año 2023 es:
- El Año del Conejo, de acuerdo con el horóscopo chino,
- El Año Internacional del Mijo, de acuerdo con la ONU,
- El Año Internacional del Diálogo como Garantía de Paz, según la ONU,
- El Año del Revolucionario mexicano Francisco Villa,
¿Que decir para dar la bienvenida?
20 ejemplos de mensaje de bienvenida a una empresa para tu nuevo empleado – El dropdown#toggle” data-dropdown-menu-id-param=”menu_term_235186684″ data-dropdown-placement-param=”top” data-term-id=”235186684″>mejor dropdown#toggle” data-dropdown-menu-id-param=”menu_term_235186658″ data-dropdown-placement-param=”top” data-term-id=”235186658″>mensaje de bienvenida es la que refleja la cultura de tu compañía y utiliza el mismo lenguaje que utilizas para todas las comunicaciones internas, sin perder la esencia de la empresa. Si no te sientes inspirado o inspirada, aquí te compartimos 20 dropdown#toggle” data-dropdown-menu-id-param=”menu_term_235186664″ data-dropdown-placement-param=”top” data-term-id=”235186664″>ejemplos de dropdown#toggle” data-dropdown-menu-id-param=”menu_term_235186658″ data-dropdown-placement-param=”top” data-term-id=”235186658″>mensajes de bienvenida que puedes utilizar para recibir a un dropdown#toggle” data-dropdown-menu-id-param=”menu_term_235186672″ data-dropdown-placement-param=”top” data-term-id=”235186672″>nuevo miembro de tu equipo.
¡Bienvenido a *nombre de la compañía*! Estamos muy felices de contar con un nuevo miembro tan talentoso dentro de nuestro equipo. Esperamos poder crecer juntos. ¡Felicitaciones por formar dropdown#toggle” data-dropdown-menu-id-param=”menu_term_235186686″ data-dropdown-placement-param=”top” data-term-id=”235186686″>parte del equipo ! Esperamos que tu paso por la empresa sea muy gratificante tanto para ti como para nosotros. Estamos listos para asumir nuevos desafíos juntos y trabajar hacia un dropdown#toggle” data-dropdown-menu-id-param=”menu_term_235186678″ data-dropdown-placement-param=”top” data-term-id=”235186678″>objetivo común, De parte de todo el equipo, ¡bienvenid_! Estamos ansiosos por comenzar a trabajar contigo. Esperamos que te encuentres tan entusiasmad_ como nosotros por incorporarte a la compañía. ¡Bienvenido al equipo! Creemos que un equipo unido puede lograr un crecimiento imparable de nuestra compañía, estamos muy felices de que formes parte. ¡Felicitaciones por tu incorporación a la empresa! Estamos muy emocionados porque formes parte de nuestro equipo y colabores con nuestro crecimiento. Bienvenido a la empresa. Estábamos esperando recibirte y comenzar a trabajar juntos con aires nuevos y nuevos desafíos. ¡Estamos muy felices de tenerte entre nosotros! *Nombre de la empresa* está muy feliz de tenerte. Esperamos con ansias comenzar a trabajar juntos. De parte de todo el equipo, ¡bienvenido! De parte de todo el equipo, te deseamos el mejor paso por la empresa y que supere tus expectativas. Estamos muy felices de tenerte, ¡felicitaciones y bienvenido! ¡Bienvenido a tu nuevo equipo de trabajo! Estamos muy felices de que formes parte de la compañía, esperamos que nuestro vínculo resulte mutuamente beneficioso. ¡Qué alegría tenerte con nosotros, bienvenido! Esperamos que tu incorporación a la compañía sea lo que esperabas y más. Nuestro equipo está listo para comenzar a trabajar contigo.
¡La más cordial bienvenida para ti! Estamos muy entusiasmados por comenzar a trabajar con una persona tan talentosa como tú. ¡Te deseamos mucha suerte y dropdown#toggle” data-dropdown-menu-id-param=”menu_term_235186669″ data-dropdown-placement-param=”top” data-term-id=”235186669″>buen trabajo ! Nos gustaría darte una cálida bienvenida de parte de todo el equipo de *nombre de la empresa*. Estamos muy contentos de tenerte entre nosotros. ¡Gracias por sumarte al equipo! ¡Felicitaciones por tu nuevo empleo! Estábamos esperando la incorporación de alguien tan talentoso y creativo como tú. Bienvenido a *nombre de la empresa*. ¡Bienvenido a tu nuevo empleo! De parte de todo el equipo, te deseamos lo mejor en tu incorporación a la compañía y estamos a disposición para ayudarte en lo que necesites. Nuestra empresa está creciendo a grandes pasos, nos enorgullece que puedas formar parte. ¡Bienvenido! Esperamos crear grandes recuerdos juntos. ¡Bienvenido! Todo el equipo te desea un paso exitoso por la compañía. Esperamos que te sientas a gusto con tu nuevo rol. ¡Felicitaciones por tu nuevo empleo! Estamos listos para asumir nuevos desafíos contigo. La más cálida de las bienvenidas para ti. ¡Bienvenido a *nombre de la empresa*. Muchas gracias por confiar en nosotros, ¡bienvenido al equipo! Estamos muy felices de tenerte en la empresa, esperamos que tú también. ¡Bienvenido colega! Esperamos crear grandes cosas juntos. Estamos seguros de que tu incorporación a la empresa será mutuamente beneficiosa. Hola *nombre del trabajador*, ¡bienvenido a la empresa! Estamos muy felices por tu incorporación al equipo.
¿Que este nuevo año sea lleno de bendiciones?
‘Que el próximo año este lleno de bendiciones, de sueños por soñar, de nuevos caminos por recorrer, de salud para brindar, de am
¿Cuál es el color que atrae el dinero?
¿Cuál es el color que atrae dinero? – Feng Shui. El dorado es el color de la buena fortuna. Puede estar presente en figuras y amuletos. /Foto: Shutterstock. La energía es la clave para que la situación económica de un hogar deje de ser un problema. Para atraer dinero, el Feng Shui recomienda el uso de los siguientes cuatro colores en la decoración de los ambientes ya que los asocia con la abundancia económica y la riqueza: 1- Púrpura y sus tonalidades.
- El color púrpura y sus diferentes tonalidades se relacionan con el ser interior y con la espiritualidad, pero en el Feng Shui también se vincula con el alma y la abundancia del ser.
- Por eso, utilizar este color en cualquiera de sus variantes es ideal atraer la abundancia financiera.
- Lo ideal es combinarlo con blanco o dorados.
¿Dónde usarlo?
Purpura fuerte en la sala principal Líneas ondulantes y envolventes en baños o dormitorios
2- Azul intenso o profundo. El azul intenso o profundo representa el agua, el movimiento de los mares y la abundancia. Al igual que el verde, aporta la sensación de estar al lado de la naturaleza. Se recomienda colocarlo en los lugares donde se maneja dinero, combinado con blanco o beige. En toda su gama es bueno también para atraer tranquilidad, salud y unión familiar. ¿Dónde usarlo?
Azul profundo en la puerta de entrada Azules claros en muebles como sillones, sillas o alfombras Azules, en todas las tonalidades, para la sala, el dormitorio y el baño
3- Dorado. El dorado es el color de la buena fortuna ya que posee una importante atracción del dinero, por eso es importante tener algún elemento de decoración con dorado en los espacios que se habiten. ¿Dónde usarlo?
En detalles de decoración del comedor y la cocina En figuras y amuletos
Feng Shui. El verde, en todos sus tonos, presente en dormitorios y baños. Las plantas también aportan abundancia. /Foto: Shutterstock.4- Verde intenso y sus tonalidades. El verde intenso en todas sus variantes aporta estabilidad, serenidad y fecundidad. Es un color vital para atraer la riqueza económica y la prosperidad en su manera más natural. ¿Dónde usarlo?
Verdes intensos en cuadros o plantas en la sala principal Verdes en todas las tonalidades en la cocina ya que se asocia a la naturaleza de los alimentos Verdes en todas las tonalidades en dormitorios o baños
¿Qué significa vestirse de verde en Año Nuevo?
¿ Qué significa vestirse de Verde en Año Nuevo? Ideal para atraer la suerte a quienes planean dar inicio a nuevos estudios y mejorar su situación económica, profesional o su salud.
¿Qué color de cartera atrae el dinero?
Negro: muy asociado al mundo ejecutivo, la elegancia y lo legal. El negro atraerá el poder económico para que cada una de tus decisiones te dirijan a un futuro prospero. Rojo : este color se asocia con la energía del sol y el fuego; es ideal para atraer el dinero, poder y la riqueza que buscas.
¿Qué día es la mitad de Año 2023?
Jueves, en el año 2023. Es el 166º día del año (no bisiesto). Faltan 199 para finalizar el año. Primavera en el hemisferio norte y otoño en el hemisferio sur.
¿Qué día es hoy del Año 2023?
Hoy es el 24 de julio de 2023 (en el borde rojo en el calendario arriba para México). Hoy es el día 205 del año 2023 y el 30º lunes. Faltan 160 dias para que termine el 2023.
¿Cómo desearle un feliz Año Nuevo a alguien especial?
Que tengas un feliz año, mi vida. Tengo un deseo especial para este Año Nuevo: que nuestro amor sea eterno y que siempre podamos estar juntos. ¡Feliz Año Nuevo! Tenemos un nuevo año para que nuestro amor sea más fuerte y vivamos nuestra relación a plenitud.
¿Cómo escribir buenos deseos?
Domnita Dumitrescu ( California State University, Estados Unidos) Este trabajo analiza un acto de habla que los hispanohablantes formulan frecuentemente en su interacción con otros interlocutores, muchas veces sin siquiera darse cuenta de ello, como una especie de automatismo verbal provocado por la situación o el contexto en que sucede la conversación.
- Se trata de lo que en inglés se describe con el verbo realizativo « to wish », al que le corresponde en español «desearle algo a alguien» o «hacer votos (por algo).
- Este acto lingüístico se puede describir como un enunciado que el locutor dirige a su interlocutor para expresar su deseo de que un estado de cosas positivo se realice para este ultimo.
Su formulación se puede llevar a cabo a través de verbos realizativos explícitos o implícitos ( ej. ¡Te deseo mucha suerte! ¡Que tengas un buen fin de semana! ) o mediante fórmulas fijas, especialmente de tipo nominal ( ¡Salud! ¡Buen viaje!, ¡Feliz cumpleaños! ).
- En muchos casos, el deseo forma un par adyacente con la reacción al mismo, que, dependiendo de la situación y del contexto cultural en que se produce el intercambio puede consistir en un agradecimiento (ej.
- ¡Buena suerte! / Gracias) o en una devolución, muchas veces simétrica (ej.
- ¡Que descanses! / Tú también, o: ¡Feliz Navidad! / ¡Feliz Navidad! ).
Su contenido proposicional se refiere al futuro bienestar del oyente (y de su familia, implícitamente) y su propósito ilocutivo parece estar relacionado con algún tipo de superstición, aun cuando haya perdido totalmente sus connotaciones religiosas (como en el caso de ¡Ojalá! ).
- El deseo es un acto de habla intrínsecamente cortés (que refuerza la imagen positiva del interlocutor) y al mismo tiempo, un fuerte marcador de solidaridad entre los miembros de las comunidades que comparten un sistema de valores culturales.
- Los datos del español confirman la clasificación (propuesta por Katsiki (2001) en su análisis comparativo del francés y del griego) de los deseos en dos grandes subcategorías: «deseos interaccionales» (opcionales, de formulación relativamente flexible, y que realzan sobre lodo la imagen de autonomía de los interlocutores) y «deseos situacionales» (intercambios rituales obligatorios entre los miembros de una cultura, en situaciones sociales dadas, que realzan sobre todo, su imagen de afiliación).
Además, como en griego, el español parece usar con relativa frecuencia, especialmente en el ambiente rural, los deseos «metadiscursivos», muchas veces con connotaciones religiosas transparentes. La multitud de refranes que existen en castellano acerca de la cortesía -tanto verbal como no verbal- sugiere el importante papel que desempeña este concepto en la interacción de las comunidades hispanas.
He aquí un breve botón de muestra: Buen porte y buenos modales abren puertas principales (variante: Cortesía y bien hablar cien puertas nos abrirán ); Más moscas se cogen con miel que con hiel ; Más puede el sombrero que el dinero ; Cortesía de sombrero hace amistades y no cuesta dinero ; Las buenas palabras nada cuestan ; Cortesía de boca, mucho vale y poco cuesta, etc.
(Sevilla Muñoz, 2000). La conocida monografía de Werner Beinhauer ( 1985) sobre el español coloquial es, si no el primero, seguramente uno de los primeros trabajos lingüísticos prepragmáticos que dedica un denso capítulo a la «cortesía de boca» (o sea verbal) en la lengua española 1,
Pero es sobre todo en el último cuarto del siglo pasado, después de la publicación del trabajo pionero de Brown y Levinson ( 1987), que este tema ha empezado a hacer correr ríos de tinta, encauzados principalmente hacia el estudio de las complejas relaciones entre los actos de habla y la cortesía en varios idiomas del mundo, incluyendo, desde luego, el español 2,
Como señala Haverkate (1994), los actos de habla -o de discurso, como prefiere llamar ahora este autor a los «actos de habla incrustados en una situación comunicativa concreta» (Haverkate, 2003)- se pueden clasificar en actos corteses (cuya finalidad intrínseca es beneficiar al interlocutor) y en actos no corteses (cuya realización no redunda en beneficio del interlocutor).
- Estos últimos se pueden subdividir, a su vez, en no descorteses (o sea, neutros en lo que respecta a la expresión intrínseca de cortesía) y descorteses (que denotan un estado psicológico negativo del hablante con respecto al oyente).
- Representantes prototípicos (y privilegiados por la investigación pragmalingüística) de los primeros serían los cumplidos; de los segundos, los pedidos; y de los terceros, los insultos, representables, esquemáticamente, como y, respectivamente.
El tema de este trabajo es un acto de habla intrínsecamente cortés que apenas ha sido estudiado hasta ahora, y ciertamente no en español: se trata del acto lingüístico de «desear(le algo a alguien)» o de «hacer votos (por algo)» 3, cuyos equivalentes en otras lenguas son los verbos realizativos explícitos « to wish », en inglés; « Wünschen » en alemán; « souhaiter » en francés; « augurare » en italiano y « a ura » en rumano.
En su diccionario de los verbos realizativos del inglés, Wierzbicka (1987) incluye « to wish » bajo dos acepciones diferentes, como acto mental y como acto de habla (completamente separado, sin embargo, de « to make a wish » – esp. «pedir un deseo»- que cumple una función diferente) 4, Por su parte, Stavroula Katsiki (2000, 2001), al comparar la expresión de los deseos en francés y en griego, define este acto de habla como un enunciado producido por un locutor (L 1 ) y dirigido a su interlocutor (L 2 ), mediante el cual L 1 expresa su deseo de que en el futuro de este último se produzca un estado de cosas positivo (aunque, como mostraré más adelante, esta definición se puede ampliar, haciéndose extensiva al hablante y/o a terceras personas estrechamente relacionadas con el interlocutor).
Según Katsiki, hay una forma de superstición implícita, muchas veces inconsciente, que subyace a la formulación del deseo, cuya meta ilocutiva última parece ser, como diría Searle, «hacer que el mundo se parezca a las palabras» (motivo por el cual, agregaría yo, algunas personas religiosas invocan explícitamente la ayuda o colaboración de Dios al respecto).
Además, el deseo cumple una clara función relacional, representando (al igual que los cumplidos), una especie de «regalo verbal» que valoriza la imagen positiva del interlocutor, con quien el hablante trata obviamente de «quedar bien». Finalmente, el deseo constituye un poderoso marcador ritual de solidaridad entre los miembros de un grupo social, quienes, al emplearlo, reafirman su pertenencia a la misma comunidad discursiva y su adhesión al mismo sistema de valores éticos y de códigos de conducta.
Como todo acto de habla, el deseo debe realizarse cumpliendo con ciertas condiciones de adecuación, que se pueden formular de la siguiente manera (véanse Wierzbicka, 1987 y Katsiki, 2001). La condición preliminar supone que el estado de cosas indicado por el contenido preposicional del deseo sea realizable, pero que no se haya realizado (o al menos no se haya realizado en forma definitiva) en el momento de la enunciación.
La condición de sinceridad requiere que el hablante debe, incluso al acudir a fórmulas rituales fijas, esforzarse por crear la impresión de que está siendo sincero, al usar, por ejemplo, entonaciones convincentes o expresiones de refuerzo con el verbo realizativo desear, como «sinceramente», «con toda el alma», «de todo corazón», etc.
La condición de apropiación contextual implica adecuación al contexto situacional y al contexto del oyente, lo que significa que el deseo debe formularse en el momento y/o las circunstancias apropiadas 5 y que debe ser pertinente para el destinatario (o sea, inscribirse en su sistema de valores, aludir a una característica particularmente importante para los interlocutores, etc.).
Asimismo, la condición de temporalidad requiere que el deseo se formule antes (y no después 6 ) de cumplirse el plazo al que alude su contenido preposicional, pero no demasiado temprano tampoco; de ahí la necesidad de tomar «precauciones lingüísticas» especiales en el caso de los deseos retrasados (como en las tarjetas impresas en inglés con la fórmula Happy belated birthday! ) o anticipados (por ejemplo, Buen viaje, si no te vuelvo a ver antes de que salgas ).
Por último, la posición dentro de la interacción es un requisito importante para el éxito del acto de habla de que nos ocupamos, ya que la gran mayoría de los deseos ocurren dentro de las dos secuencias rituales más altamente estructuradas de la interacción: el inicio o la clausura (o preclausura) de la interacción; los deseos que ocurren, de forma bastante infrecuente, en medio de la interacción dependen exclusivamente del desarrollo, verbal o de otro tipo, de la misma (por ejemplo, cuando uno estornuda, menciona a un difunto, levanta la copa para brindar, etc.).
En cuanto a la tipología de los deseos, Katsiki (2001) distingue dos grandes categorías que existen, si bien con frecuencias y formas de realización distintas, tanto en francés como en griego: deseos «situacionales» ( « voeux situationnels » ) y deseos «interaccionales» ( « voeux interactionnels » ) -según estén provocados, principalmente, por la situación (contexto extra-lingüístico) o por la interacción (contexto conversacional, o sea lingüístico)-.
Además, dentro del griego, esta autora identifica un tercer tipo de deseos, los «deseos metadiscursivos», que expresan la actitud emocional del hablante con respecto a su propio discurso (o al del interlocutor), y cuyo propósito parece ser, en última instancia, el de alejar el mal y atraer el bien en conexión con el contenido preposicional del enunciado inmediatamente precedente.
Volveré sobre este tema más adelante, para mostrar que se puede hablar de un tipo parecido de deseos también en español. Por último, es importante señalar que el deseo, como acto de discurso cortés en el sentido antes mencionado, se realiza típicamente en forma diádica, ya que provoca una reacción verbal, con la que forma, en términos del análisis de la conversación, un típico «par adyacente».
La «respuesta esperada» en español (o francés) es, por lo común, el agradecimiento 7, acompañado, si viene al caso, por una devolución simétrica. Por ejemplo, a ¡Feliz Navidad!, se espera una respuesta idéntica, mientras que a ¡Feliz cumpleaños!, se contesta con un agradecimiento; asimismo, a ¡Feliz fin de semana! se espera un respuesta como Igualmente (precedido muchas veces de Gracias ), o similar, mientras que a ¡Buena suerte! -deseo dirigido a alguien que se prepara a emprender una acción difícil, no se contesta de la misma manera, sino que simplemente se agradece el buen deseo-.
- Como comenta uno de mis informantes mexicanos, «en cualquier situación en que la gente educada exprese sus buenos deseos, siempre se contesta con una gran variedad de gracias»,
- El siguiente ejemplo de la literatura española, citado por Steel (1985: 303), ilustra el mismo punto: -¡Que tengan mucha suerte esta tarde!- les grité-.
Se agradece, morena. (Ángel María de Lera). En este artículo, voy a abordar el estudio de los deseos en español. Mis datos proceden principalmente de cuestionarios de hábitos sociales 8 (seguidos, en ciertos casos, por entrevistas aclaratorias). Los cuestionarios (un total de 80) han sido distribuidos a 34 hombres y 46 mujeres entre 19 y 54 años de edad, estudiantes y profesores de lengua y literatura españolas, procedentes de Argentina, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua y Perú -todos residentes del área de Los Ángeles ( EE.
- UU.) en la actualidad-.
- Por lo tanto, se trata de un grupo de informantes cultos que podríamos designar con el término global de hispano-estadounidenses.
- Las respuestas a las preguntas del cuestionario forman un corpus bastante homogéneo de frases usadas por ellos en una variedad de situaciones, como, por ejemplo: la despedida para el fin de semana, antes de un viaje, o antes de ir a dormir; el regreso de un viaje o de una ausencia prolongada; la despedida de una persona enferma, de una persona que sale a divertirse, o que va a presentarse a un examen o una entrevista; las fórmulas usuales antes y después de comer, para brindar, o para felicitar a los novios; también, las típicas con motivo de la Navidad, el Año Nuevo, las Pascuas, el cumpleaños y/o el santo de uno; y las que se usan cuando alguien estornuda, o menciona el nombre de un difunto.
Varios de los informantes me han hecho comentarios finales, que citaré más adelante, cuando sea oportuno. Pero los siguientes, hechos por dos estudiantes mexicoamericanos, me parece que expresan perfectamente la conciencia lingüística de la mayoría de estos informantes con respecto a su idioma y a sus costumbres: «He vivido en México la mitad de mi vida y la otra mitad en Los Ángeles.
- Algunas respuestas que he escrito en las preguntas son en realidad lo que la gente dice.
- Le parecerá que no tienen sentido, puesto que debe uno convivir con ellos para saber lo que quieren decir»,
- El otro estudiante escribe: «Después de observar y analizar estas preguntas, me he dado cuenta de que, en general, en mi cultura se trata uno con respeto y cortesía.
Pero si alguien te enfada, el respeto desaparece» ( sic !). Además de los cuestionarios, he recurrido a la observación de interacciones entre hablantes nativos de español, ocurridas en España, México y Estados Unidos, en los que he participado directa o indirectamente en los últimos cinco años; también he usado, si bien en pocos casos, diálogos de obras literarias y otras fuentes eclécticas 9,
Este método de recogida de datos me ha permitido, por supuesto, destacar en primer lugar las semejanzas en el comportamiento de los hispanohablantes al formular este acto de discurso, y menos las diferencias culturales que seguramente no dejarán de darse entre una comunidad concreta y otra. Sin embargo, por tratarse de una primera aproximación al tema, he considerado que no carece de interés identificar primero las características pragmalingüísticas comunes más sobresalientes del acto de habla de formular deseos en la lengua española en general, y dejar para estudios ulteriores el enfoque de este tema desde una perspectiva interlingüística y/o intercultural específicas.
Y ello porque, como con razón se ha afirmado, «hablantes de español de diferentes zonas geográficas pertenecerían, al mismo tiempo, a un mismo sistema sociocultural y a diferentes subsistemas socioculturales ordenados en relación al primero» (Bravo, 2003: 103).
- Los deseos situacionales son fórmulas lingüísticas fijas 10 que una lengua -en nuestro caso, el español- pone a la disposición de sus usuarios para que éstos las empleen en situaciones sociales específicas.
- Estas situaciones -que a menudo conllevan una alta carga emocional, y crean la expectativa de un comportamiento verbal adecuado por parte de los miembros de una misma comunidad sociocultural- incluyen, principalmente, fiestas y celebraciones colectivas o individuales, pero también otros eventos, públicos o privados, que ocasionan alegría o, al contrario, angustia y sufrimiento (esta caracterización se inspira en la de Tannen y Öztek, 1981, quienes clasifican las fórmulas de cortesía en griego y en turco según su empleo para eventos felices o para eventos que provocan angustia o dolor) 11,
Entre las fiestas comunitarias más importantes para las cuales existen fórmulas rituales de deseo en el mundo hispano están la Navidad, el Año Nuevo y, en una medida bastante menor, las Pascuas Floridas (la Semana Santa) y/o las Pascuas de Pentecostés.
También, varios de mis informantes mencionaron el Día de Reyes, el Día Guadalupano, y algunos de los que llevaban más tiempo de residencia en los Estados Unidos enumeraron las fiestas típicas de ese país, como el Día de Acción de Gracia ( Thanksgiving ), el Día de las Madres (también, del Padre e incluso de los Abuelos), o el Día de los Enamorados (San Valentín), que los hispanos estadounidenses acostumbran celebrar con gran frecuencia.
En todos los casos, las fórmulas empleadas son bastante estereotipadas en lo que concierne tanto a su estructura sintáctica como su contenido léxico-semántico. La estructura sintáctica predominante es una frase nominal en que figura un sustantivo (a menudo en forma de plural) precedido casi siempre del adjetivo «feliz» o del cuantificador «mucho».
Entre mis datos aparecen con alta frecuencia: ¡Feliz Navidad! o ¡Felices Navidades!, y también ¡Feliz Nochebuena! y ¡Felices Pascuas! (en Navidad); Feliz (o Próspero/Venturoso) año nuevo, Felices Fiestas, Muchas Felicidades (con motivo del Año Nuevo); Feliz Pascua (al final de la Semana Santa); o, según el caso, Feliz día de Reyes, Feliz día de San Valentín, Feliz Día de Acción de Gracias, Feliz Día Guadalupano, etc.
La otra fórmula sintáctica, quizás menos frecuente en este caso (aunque predominante entre los votos interaccionales, como voy a mostrar más adelante) es una oración desiderativa o imperativa indirecta, del tipo: Que tengas un próspero año nuevo, Que pases una bonita Navidad, Que Jesús te traiga muchas cosas buenas, Que todos tus deseos se cumplan, etc.
He aquí también el comentario que hace al respecto un informante en el Corpus de conversaciones coloquiales recogidas en Valencia: «llegan las fiestas y dices que el año que viene te traiga muchas cosas buenas, que pases unas felices fiestas, o sea que.» (Briz y grupo Val.Es.Co., 2002: 357). Estructuras sintácticas muy similares se dan también en el caso de las fiestas y celebraciones individuales, como, por ejemplo, el cumpleaños y el onomástico 12 de una persona, la boda, el bautismo, el aniversario de un matrimonio, las quinceañeras (en México), etc.
Feliz cumpleaños, Feliz Día (de tu santo), Feliz santo, Feliz aniversario, o simplemente Felicidades (en tu día) son algunas fórmulas que ilustran el patrón nominal ya señalado. Por otra parte, Que tengas un feliz día de tu santo 13, Que todos tus deseos se cumplan, Que cumplas muchos años más, Que tu matrimonio dure para siempre 14, etc., son algunas fórmulas que ilustran el patrón verbal.
Los deseos situacionales arriba mencionados suelen ocurrir en la secuencia de apertura de la interacción, sustituyéndose a los saludos habituales, o inmediatamente después de éstos, pero no antes: sería aceptable, al llegar a casa de una persona que celebra su cumpleaños, decir: Buenas noches, Feliz cumpleaños (aunque lo más habitual, según mi propia experiencia con hispanohablantes, sería expresar el deseo en lugar del saludo), pero sonaría raro decir: Feliz cumpleaños, Buenas noches,
Es posible, por supuesto, reiterar un deseo situacional en el curso de la interacción (especialmente como brindis) o al final de la misma, a guisa de despedida, pero lo importante es que la primera vez hay que formularlo al principio de la interacción (y que si a uno se le olvida momentáneamente esta obligación social, es habitual disculparse por el retraso, diciendo, por ejemplo: Ay, perdón, se me olvidó decirte «feliz cumpleaños», o Disculpa, ni me dio tiempo felicitarte, etc.).
Es interesante comentar, al respecto, la relación que existe entre el deseo y el saludo, un acto de habla con el que el deseo está estrechamente emparentado en su origen. Efectivamente, según Kerbrat-Orecchioni (2001), varios saludos derivan etimológicamente de la expresión de buenos deseos, por ejemplo, «saludar» y sus equivalentes en otras lenguas románicas como el francés o el rumano, proviene de «desearle salud a uno» en latín; y la despedida inglesa Good-bye es una alteración de la fórmula antigua God Be with You, cuyo equivalente en español «que Dios te acompañe» (o en rumano: Dumnezeu cu tine ) todavía se usan como despedidas entre personas creyentes, probablemente más en el ambiente rural que urbano.
De ahí que Areiza Londoño y García Valencia afirmen que «en términos del acto de habla saludar se podría entender como desearle cortés y sinceramente al otro que se encuentre bien» (2003: 79) 15, Sin embargo, es de observar que en la actualidad, el saludo, a pesar de su parentesco genético con el deseo, ha perdido la fuerza ilocutiva de este último y se usa simplemente como señal de reconocimiento entre los interlocutores, razón por la cual, en el modelo de la cortesía propuesto por Kerbrat-Orecchioni (2000, 2001), se clasifica como un FFA ( face flattering act ), o sea, como un acto de habla con una carga de cortesía más alta.
- Esta carga de cortesía más alta los acerca a otro tipo de «regalos verbales», los cumplidos, que, al igual que éstos, no sólo se pueden, sino que incluso -como he mencionado en la sección anterior- se deben agradecer.
- Los saludos, en cambio, aunque son también actos de habla corteses, no son FFAs, y por esta razón no se pueden agradecer, sino solamente devolver.
Compárese: Buenas noches/Buenas noches (saludo) con Que tengas (una) buena noche / Gracias, igualmente (deseo); o Buen día / Buen día (saludo argentino) con Que tengas un buen día / Gracias, también vos (deseo). Es de notar, además, que el deseo siempre les sigue por tratarse, por lo visto, de un crescendo de cortesía cuyo orden no se puede invertir.
Y finalmente mencionemos también que otra diferencia importante entre el saludo y el deseo es que este último tiene contenido proposicional, razón por la cual no se puede realizar en forma no verbal, como es a veces el caso del saludo. Las fiestas y celebraciones colectivas o individuales ocasionan, además, el empleo de otros deseos situacionales, directamente dependientes del desarrollo ulterior de la interacción.
Los casos más típicos son los brindis que se hacen antes de beber y las fórmulas que se emplean con motivo de las comidas. El brindis más usual en español es ¡Salud!, a veces expandido en la forma ¡Salud, pesetas (o: dinero ) y amor 16, pero está ganando terreno rápidamente el anglicismo onomatopéyico ¡chinchín! (ya incluido en la última edición del DRAE).
También es frecuente mencionar por qué o por quién se brinda (por ejemplo: ¡Por tu éxito!, ¡Por nuestra amistad!, ¡Por nosotros!, o ¡A tu salud!, ¡A la tuya!, ¡A la nuestra!, etc.). La fórmula más habitual asociada con la comida es « (Buen) provecho », usada antes de empezar a comer o cuando alguien ya está comiendo y otra persona pasa por su lado 17,
Por ejemplo: «Sixto jamás se movía durante las comidas. Todas deseaban: -Buen provecho.» (J.A. de Zunzunegui, en Steel, 1985: 62). (Sobre el uso de provecho al final de la comida, véase la nota 6). Otro ejemplo interesante, que combina en un solo par adyacente, los deseos asociados con ambas actividades, comer y beber, es el siguiente, de R.
Marqués: « (José se levanta, va al armario de los licores y toma la copa que se había servido. Vuelve con ella. La alza), J: -¡Salud! M: -Que le aproveche» (R. Marqués, citado en Steel, 1985: 62). Por último, hay otras situaciones felices en que, si no es obligatorio, sí es al menos muy recomendable (y usual) expresarle buenos deseos a su interlocutor, tanto en español como en otras lenguas.
Además de las fiestas y celebraciones ya mencionadas previamente (y que Tannen y Öztek, 1981, incluyen en el subgrupo de las «ocasiones»), se consideran eventos felices las «ganancias» en sentido amplio, o sea -según las autoras citadas- las «llegadas» y las «nuevas posesiones».
La llegada de una persona que ha estado ausente por un tiempo más o menos largo se suele «celebrar» en español con la conocida fórmula de ¡Bienvenido/a!, a la que, a diferencia del griego y del rumano, lenguas en que es obligatorio contestar con una fórmula cuyo significado exacto es «bienhallado».
no le corresponde ninguna reacción verbal rivalizada. Las nuevas posesiones pueden incluir la compra de una casa, de un nuevo auto, o de otros bienes de valor, así como la expansión de la familia al tener un matrimonio (más) hijos. En español, según mis informantes, casi no hay fórmulas estereotipadas para expresar buenos deseos en tales situaciones, aunque sí es común felicitar a los nuevos padres de las criaturas o a los nuevos dueños del coche, de la casa, etc.
En el caso de estrenar alguien una prenda de vestir nueva, mis informantes mexicanos aludieron a la costumbre de recordarle a la respectiva persona la obligación del «remojo» 18, pero no usaron expresiones de deseo, sino a lo máximo, usaron algún tipo de cumplido, como ¡Qué bien te va esta nueva blusa!, ¡Qué linda pulsera!, o una exclamación de aprecio: ¡Qué padre! Otros usaron exclamaciones con adjetivos diferentes: ¡Qué chivo!, ¡Qué chulo! (dicho por un informante de El Salvador), ¡Qué regio!, ¡Qué bacán! (Perú), y sólo los informantes colombianos mencionaron fórmulas como ¡Disfrútalo! o ¡Que lo disfrutes! para alguien que acaba de adquirir un bien material que hacía tiempo deseaba tener, o una ropa cara.
En este aspecto, me parece que el español contrasta claramente con el griego, el rumano, el turco, y quizás otras lenguas de la Península Balcánica, cuyos hablantes, en vez de felicitar o halagar al interlocutor en las situaciones citadas, usan fórmulas de deseo muy ritualizadas, que siempre aluden a la salud, la felicidad y a la longevidad, los tres valores más apreciados, a juzgar por la profusión de deseos que los menciona; en las respectivas culturas: se le desea a uno que Heve la nueva ropa estando en buena salud, que posea la casa, el auto, etc., en buena salud y/o con felicidad, o que la compra que ha hecho sea de buen augurio, y que los niños le vivan muchos años y le traigan mucha felicidad 19,
- En este sentido, el castellano se acerca, al contrario, al francés (que en tales situaciones, según Katsiki, 2001, contrasta con el griego de la misma forma) y, diría yo -basándome en mi experiencia de convivencia estadounidense-, con el inglés.
- Las situaciones que provocan angustia y/o dolor son, básicamente, situaciones de crisis personal, incluyendo los casos de enfermedad, muerte y las separaciones largas (quizás porque, como dicen los franceses, partir, c’est mourir un peu.).
En español, a una persona enferma se le suele desear Que se reponga / Que se mejore / Que se alivie / Que se recupere pronto, y a una persona que estornuda (acto que puede anunciar una enfermedad) se le desea ¡Salud! o se le dice ¡Jesús! 20 A diferencia de las fórmulas asociadas con eventos felices -que, como se ha dicho antes, se usan en la secuencia inicial de la interacción- los buenos deseos asociados con la salud del enfermo se suelen formular en el momento de la despedida, o sea, en la secuencia de clausura de la interacción, en lugar o a continuación de un saludo de despedida.
Por su parte, en el caso del fallecimiento de una persona, es habitual dirigir los deseos para el difunto a los familiares del mismo, probablemente con la intención de aliviar su dolor al asegurarles que el ser querido que acaban de perder no sufrirá. Las fórmulas castellanas más usuales son: Que en paz descanse, Que en Gloria esté o Que Dios lo/la tenga en su gloria,
También se usan frases como: Te acompaño en el sentimiento o Lo siento, pero estas fórmulas no son deseos propiamente dichos, sino más bien descripciones del estado anímico del locutor, con el propósito de mostrarle al interlocutor que se solidariza con su dolor.
Es interesante observar que los hispanohablantes (como los rumanos, por lo demás) suelen formular el deseo de que el difunto descanse en paz cada vez que se le menciona el nombre en una conversación 21, a menudo prescindiendo incluso de la palabra que, Un ejemplo de este tipo se puede ver en el siguiente pasaje del Corpus de Valencia: «mi cuñada, en paz descanse, (énfasis mío) tenía / por naturaleza un poquito los ojos saltones / como la tía Remedios» (Briz, 2002:211).
Con respecto a las despedidas, lo más usual es desearle a la persona que sale que Tenga un buen viaje o un feliz viaje 22, pero no es habitual, de acuerdo a mis informantes, formular deseos explícitos para que uno regrese sano y salvo, como es habitual en las lenguas del área balcánica (ej., en rumano: Sā te întorci sānātos/sānātoasã, «que regreses sano/sana» o Sã ne vedem cu bine!, «que nos veamos con bien, en buenas condiciones».
Lo mismo que en el caso de las despedidas de una persona enferma, los deseos relacionados con el desarrollo sin incidentes de un viaje se formulan después del saludo convencional de despedida, y no antes: ¡Adiós, buen viaje!, pero no: ¡Buen viaje, adiós! (cf. lo comentado más arriba). Los deseos situacionales mencionados en el párrafo anterior forman, en realidad, un puente hacia la otra categoría principal de deseos, llamados «interaccionales», cuya función discursiva principal es cerrar una interacción en una nota eufórica y optimista.
Como señala Katsiki (2001: 128-129), a diferencia de los deseos situacionales, cuya formulación parece ser el resultado de un imperativo social, los deseos interaccionales corresponden a frases cuya utilización, lejos de proceder de la necesidad de adaptarse a una situación social determinada, se deriva mis bien de los requisitos interaccionales, y que tienen carácter facultativo: el locutor escoge, en función del contexto, del cotexto, y de su interlocutor, la frase que le parece más apropiada, en función de las relaciones entre los interactuantes.
El hablante tiene en principio la opción de escoger entre fórmulas más o menos estereotipadas y formulaciones más o menos personalizadas, ya que, como se expresa Katsiki (2001: 129), el paradigma de este tipo de deseos es uno casi ilimitadamente abierto y propenso a favorecer la creatividad semántica.
En su comparación del francés con el griego, esta investigadora señala que en la primera lengua los deseos interaccionales son más abundantes que en la segunda y, sobre todo, que su formulación tiende a ser mucho más original y personalizada 23, En los datos del español que yo he recogido, no se da mucha creatividad de este tipo, sino que más bien el hispano (que en esto se acerca mucho al rumano y al griego) prefiere usar fórmulas más generales y más estereotipadas, cuya estructura sintáctica predominante es el mandato indirecto, y cuyo contenido semántico predilecto tiene que ver con el ocio, la diversión, los pasatiempos y el éxito.
- Estas fórmulas se emplean, como ya he dicho, al final de la interacción, en conjunción con los saludos de despedida, lo mismo que en el caso de los deseos situacionales analizados antes.
- He aquí algunos ejemplos de los datos que he recogido al respecto.
- Si una persona va a dormir, se le dice, en el momento de la despedida (muchas veces después del saludo apropiado en este caso, que es ¡Buenas noches! ): ¡Que descanses!, ¡Que pases buena noche! o ¡Que duermas bien! y se agrega muy a menudo: ¡Que sueñes (o: que soñés, para los hispanos voseantes) con los angelitos! o ¡Felices / dulces sueños!, probablemente el equivalente español de Sweet dreams! tan común en inglés.
El deseo Somn u°or! del rumano -textualmente «Sueño ligero»- no parece tener un equivalente en español, pero está claro que el sueño, que uno no puede controlar racionalmente, se incluye, en muchas cultura, entre los eventos que, si bien placenteros, pueden provocar cierta angustia (de ahí la tendencia a usar buenos deseos hacia la persona que se va a dormir).
- El siguiente ejemplo, de Carmen Martín Gaite (en Steel, 1985: 63), demuestra el uso de esta fórmula de deseo para la despedida al final del día (entre la sirvienta y el ama de casa): «- Se puede acostar o salir o lo que quiera. Gracias.
- En el horno tienen ustedes el pescado y en la nevera sobras de esta mañana.
-De acuerdo. Que descanse», Otra ocasión sumamente propicia para la formulación de buenos deseos surge cuando, durante la interacción, uno de los hablantes menciona planes futuros relacionados con fiestas, pasatiempos y diversiones de todo tipo, o vacaciones.
Lo más común es desearle en este caso ¡Que lo pases bien! (muchos latinoamericanos dicen ¡Que la -o incluso te la – pases bien! ), Que lo pases lindo!, Que tengas (o pases ) buenas vacaciones -si es el caso- o ¡Que te diviertas (mucho)! 24 Véase este ejemplo de Alfonso Sastre (Steel, 1985:62), donde se supone que el primer hablante ya está enterado de que su interlocutor va a ir a una fiesta o algo por el estilo: «-Tú vete tranquilo.
No te preocupes. -Pues hasta luego. -Que te diviertas», Por otra parte, incluso si durante la interacción no se especifica ningún tipo de evento placentero en que los interlocutores van a participar, el español cuenta con un número de fórmulas fijas para expresar buenos deseos con respecto al futuro inmediato del interlocutor: Que te vaya bien (variantes: Que te vaya muy suave / muy bonito), Que sigas bien, Que pases un buen fin de semana, Que tengas un buen día, Que pases una buena tarde, etc.
También, recientemente se ha puesto muy de moda desearle a uno que se cuide ( Cuídate o te cuidas ), quizás bajo la influencia del inglés Take care! que se usa hoy casi sistemáticamente para clausurar las interacciones cordiales. Una informante mía comenta: «Noto que es común que la gente diga Que le vaya bien, o Cuídese cada vez que uno está a punto de irse, en vez de Hasta luego o Adiós »,
Finalmente, en las situaciones en que está en juego una cosa buena para el interlocutor, pero que puede conllevar, sin embargo, el riesgo de un fracaso, es muy común desearle a la persona que intenta conseguirla, ¡Éxito! o ¡Suerte! / ¡Buena suerte! 25, hasta el punto de que en algunas variedades del español (por ejemplo en la Argentina), ¡Suerte! se ha convertido en una fórmula de saludo de lo más habitual.
- Véase la despedida ¡Chau! ¡Suerte! registrada con frecuencia en Ferrer y Sánchez Lanza (2002).
- Y si la persona necesita hacer acopio de valor para lograr su meta, en España se puede decir: ¡Suerte y al toro!, una frase que recuerda la expresión italiana In bocca al luppo!, usada para animar a alguien a arriesgarse (M.
Saltarelli, comunicación personal), o sea, a enfrentarse a un peligro, personificado metafóricamente en una bestia. Sin embargo, algunos de mis informantes me han comentado que las personas religiosas no usan mucho las fórmulas relacionadas con la suerte, sino que prefieren dirigir deseos que invoquen la voluntad del cielo.
- Dice una informante mía de Costa Rica: «Los cristianos nacidos de nuevo no utilizamos expresiones que tienen que ver con la suerte.
- Por el contrario, pedimos que Dios tome el control de todas las situaciones y que Él prospere todo» ( sic !).
- Este comentario me proporciona una buena transición hacia el lema del grupo especial de deseos que Katsiki ha analizado en griego y ha llamado deseos «metadiscursivos» 26,
Como esta etiqueta sugiere, se trata de fórmulas de deseo que indican la actitud del hablante hacia su propio discurso (o, a veces, hacia el discurso del interlocutor), y que parecen emanar de una superstición ancestral relacionada al poder «mágico» de las palabras de modificar la realidad, o de una profunda convicción religiosa.
- Los deseos que invocan la ayuda de Dios para realizarse abundan en árabe 27, y la presencia de fórmulas similares en español ha sido atribuida, según Beinhauer (quien sigue en esto la línea de pensamiento de Américo Castro) a la herencia islámica y judaica en la Península Ibérica.
- Efectivamente, es habitual entre los creyentes de habla española poner su futuro en manos de Dios, por así decirlo, a través de expresiones como ¡Ojalá! (que al origen significaba algo como Que quiera Dios, en árabe), ¡Si Dios quiere!.
Primero Dios, o Quiera Dios (muy típico para los salvadoreños), Que Dios te oiga / te escuche / que Dios te haga profeta! Que tu boca sea de santo, si se trata de algo bueno; y No (o: ni, en Nicaragua) quiera Dios, Que Dios nos guarde, No lo permita Dios, Dios quiera que no, si se trata de algo malo, que se quiere evitar.
El siguiente ejemplo, de A. Berlanga (citado en Steel, 1985: 61), ilustra el uso de los buenos deseos por parte de una persona que invoca la voluntad de Dios para que estos se cumplan: -Que descanse. -Igualmente, hasta mañana, si Dios quiere, Y el siguiente comentario de una informante corrobora la misma idea: «En el sur de Colombia, y en las áreas rurales en general, se menciona mucho a Dios: Que Dios te lleve con bien, Que Dios te cumpla tus deseos, Que Dios te traiga con vida, haciéndole a la persona la señal de la cruz»,
Por otra parte, existen deseos metadiscursivos también laicos en español, como por ejemplo, si alguien desea que las palabras de su interlocutor no se cumplan, puede decir Que la boca se te haga chicharrón, Que la boca se te haga a un lado, Brincos dieras, Cruz diablo, Toca madera, Muérdete la lengua, Que se te cebe, o, si quiere que se cumplan, se va a decir Que todo se te dé, Que se te cumpla, Ojalá se te haga, Ojalá y suceda, etc.